Si el amor que me tenéis,
Dios mío, es como el que os tengo,
Decidme: ¿en qué me detengo?
O Vos, ¿en qué os detenéis?
-Alma, ¿qué quieres de mí?
-Dios mío, no más que verte.-
Y ¿qué temes más de ti?-
Lo que más temo es perderte.
Un alma en Dios escondida
¿qué tiene que desear,
sino amar y más amar,
y en amor toda escondida
tornarte de nuevo a amar?
Un amor que ocupe os pido,
Dios mío, mi alma os tenga,
para hacer un dulce nido
adonde más la convenga.
*Santa Teresa de Jesùs
1 comentario:
querida Teresa, Tu inagotable sapiencia y ternura, como tu practicidad y determinacion, van oradando nuestra alma, y haciendola bella. Gracias Madre de Avila!
Gracias Pasionaria
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