domingo, 24 de octubre de 2010

Del Libro de la Vida...

10. "Muchas veces he pensado espantada de la gran bondad de Dios, y regaládose mi alma de ver su gran magnificencia y misericordia. Sea bendito por todo, que he visto claro no dejar sin pagarme, aun en esta vida, ningún deseo bueno. Por ruines e imperfectas que fuesen mis obras, este Señor mío las iba mejorando y perfeccionando y dando valor, y los males y pecados luego los escondía. Aun en los ojos de quien los ha visto, permite Su Majestad se cieguen y los quita de su memoria. Dora las culpas. Hace que resplandezca una virtud que el mismo Señor pone en mí casi haciéndome fuerza para que la tenga.

11. Quiero tornar a lo que me han mandado (28). Digo que, si hubiera de decir por menudo de la manera que el Señor se había conmigo en estos principios, que fuera menester otro entendimiento que el mío para saber encarecer lo que en este caso le debo y mi gran ingratitud y maldad, pues todo esto olvidé. Sea por siempre bendito, que tanto me ha sufrido. Amén".

Cap.4, 10,11.Libro de la Vida.

lunes, 18 de octubre de 2010

San Pedro de Alcántara

San Pedro da la comunión a Santa Teresa de Jesús

Usted que no se sabría invocar en vano, según la palabra del Señor, si usted mismo (a) se digna presentarle nuestras oraciones, obténganos esta saciedad del cielo que da asco platos de aquí abajo. Es la demanda que en su nombre le enviamos, con la Iglesia, al Dios que hizo admirable su penitencia y sublima su contemplación (Colecta de la fiesta.). La gran familia de los Hermanos Menores guarda cariñosamente el tesoro de sus ejemplos y de sus enseñanzas; para el honor de su Padre santo Francisco y el bien de la Iglesia, manténgala en el amor de sus austeros tradiciones. Continúesle a la carmelita Thérèse de Jesús su protección preciosa; extiéndala, en las pruebas del tiempo presente, sobre todo el estado religioso. Puédase devolverle por fin España, su patria, a estos glorioso cumbres De donde antaño la santidad fluía por ella a flujos apretados sobre el mundo; es la condición de los pueblos ennoblecidos por una vocación más elevada, que no pueden decaer sin exponerse a descender debajo del mismo nivel donde se mantienen las naciones menos favorecidas del Dios.

" ¡ Penitencia Bienaventurada, qué me mereció tal gloria! " Era la palabra del Santo de este día, abordando los cielos; mientras que Thérèse de Jésus exclamaba sobre la tierra: " ¡ oh! ¡ Qué perfeccionado imitador de Jesucristo Dios acaba de arrebatarnos, llamando a la gloria a este monje bendicho, Hermano Pedro de Alcántara! "

Le Monde, decimos, no es capaz más de una perfección por muy alta; la salud es más débil, y no somos más a los tiempos pasados. Este santo era de este tiempo, su fervor varonil igualaba sin embargo el de los siglos pasados, y tenía en desprecio sumo todas las cosas de la tierra. Pero sin ir sandalias como él, sin hacer tan agrio penitencia, es una muchedumbre de actos por los cuales podemos practicar el desprecio de la gente, y los cuales nuestro Señor nos hace saber tan pronto como ve en nosotros del coraje. ¡ Que debió ser grande aquel al qué recibió de Dios el santo de quien hablo, para sostener durante cuarenta siete años esta penitencia tan austera como ellos todos conocen hoy!

sábado, 16 de octubre de 2010

Santa Teresa escribiendo...


Antonio Acisclo Palomino (1655 Córdoba- 1726 Madrid)
Santa Teresa de Jesús escribiendo
Óleo sobre lienzo: 151 x 110,3 cm.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo.

De Santa Teresa de Jesús (1515-1582) canonizada por Gregorio XV en 1622 existen numerosas representaciones en la pintura barroca española, no solo por la importancia que tuvo su figura desde el punto de vista religioso sino también por tratarse de una santa española. De tales representaciones una de las más repetidas fue aquella en la que aparece como escritora.

En una de sus obras mas importantes “Las Moradas “o “Castillo Interior”, Santa Teresa narra muchas de las visiones místicas que tuvo a lo largo de su vida entre las cuales se encuentra la de una paloma con alas que revolotea sobre su cabeza, hace ilusiona a la inspiración del espíritu Santo a la hora de llevar a cabo sus escritos.

Antonio Palomino que firma el presente lienzo, nos ofrece precisamente una de estas versiones típicas de la Santa escritora. Es una obra de gran interés ya que es el único cuadro dentro de su obra que recoge esta iconografía de Santa Teresa como escritora. No había sido posible hasta hoy relacionar ninguna de las obras de Palomino citadas en documentos con algunas de las pinturas conservadas, pero la aparición del presente lienzo, según nos sugiere Doña Natividad Galindo de Miguel supone una excepción ya que podría tratarse del perteneciente a la colección de Doña Manuela Petronila de Quevedo y Azcona, viuda de Don Luis de Salazar y Castro, caballero de la orden de Calatrava, a cuya muerte el pintor Antonio Gonzalez Ruiz realizó el inventario de su colección y taso un cuadro de Antonio Palomino representando a Santa Teresa cuyas medidas son muy similares al cuadro que estudiamos.

En cuanto a la datación de la presente obra, se ha sugerido una etapa tardía dentro de la obra del pintor ya que el rostro de Santa Teresa denota cierto amaneramiento y la pincelada de la obra en su conjunto se nos presenta muy suelta y libre. Por ultimo, comentar que esta misma iconografía inspira al sobrino del pintor, Juan Bernabé Palomino para uno de los grabados con los que ilustro la Vida de la Venerable Madre Juana de la Encarnación obra que fue publicada en 1726, año del fallecimiento de Antonio Palomino.

Agradecemos especialmente a Doña Natividad Galindo san Miguel su ayuda en la catalogación de esta obra.