jueves, 23 de diciembre de 2010

Para Navidad


Pues el amor
nos ha dado Dios,
ya no hay que temer,
muramos los dos.

Danos el Padre
a su único Hijo:
hoy viene al mundo
en pobre cortijo.
¡Oh gran regocijo,
que ya el hombre es Dios!
no hay que temer,
muramos los dos.

Mira, Llorente
qué fuerte amorío,
viene el inocente
a padecer frío;
deja un señorío
en fin, como Dios,
ya no hay que temer,
muramos los dos.

Pues ¿cómo, Pascual,
hizo esa franqueza,
que toma un sayal
dejando riqueza?
Mas quiere pobreza,
sigámosle nos;
pues ya viene hombre,
muramos los dos.

Pues ¿qué le darán
por esta grandeza?
Grandes azotes
con mucha crudeza.
Oh, qué gran tristeza
será para nos:
si esto es verdad
muramos los dos.

Pues ¿cómo se atreven
siendo Omnipotente?
¿Ha de ser muerto
de una mala gente?
Pues si eso es, Llorente,
hurtémosle nos.
¿No ves que El lo quiere?
muramos los dos.




Santa Teresa de Jesús

viernes, 17 de diciembre de 2010

Escritora


Teresa escribe porque lo necesita, su obra es intensa. Para ellas y para todas sus Carmelitas escribe el Camino de Perfección. Escribe casi siempre. La noche es su compañera, en el silencio, es cuando los negocios del monasterio le dejan el tiempo libre para contestar cartas, que también es menester. El recorrido por su epistolario es como un coloquio con la Madre Fundadora. Nos cuenta de su estado de salud, de una nueva fundación, de lo linda que anda en la virtud su sobrina Teresita, de todo lo que ha llegado de Sevilla. También utiliza las cartas para su magisterio, que se cuiden las monjas, que a las enfermas se cuide con mucho amor. “Que Dios me la haga muy santa mi hija”. Es ella misma, a corazón abierto, madre, por encima de todo.

Las monjas de San José le hicieron poner por escrito las “pláticas que les daba” y así se gestó el “Camino de Perfección”. De este libro hay dos versiones paralelas, porque la Santa lo redactó dos veces. La primera redacción, sencilla, y espontánea, el programa de una comunidad reformada, más allá de lo institucional y jurídico, se conserva en el Monasterio de El Escorial.
En “Las Fundaciones”, nos cuenta entrañablemente sus andanzas por la geografía española, enamorada de un Dios que le hace caminar.

viernes, 10 de diciembre de 2010


"Tenía un hermano casi de mi edad. Con él me juntaba a leer libros de santos. Gustaba mucho cuando jugaba con otras niñas, a hacer monasterios, como que éramos monjas". (Vida)

jueves, 2 de diciembre de 2010

A Teresa de Jesùs


Mujer de inteligencia peregrina
y corazón sublime de cristiana,
fue más divina cuanto más humana
y más humana cuanto más divina.

Hasta el impío ante tu fe se inclina
y adora la grandeza soberana
de la egregia doctora castellana,
de la santa mujer y la heroína.

¡Oh mujer! Te dará la humana historia
la gloria que por sabia merecieres;
mas con el mundo acabará esa gloria,
que por ser terrenal no es sempiterna.
¡Tú, Teresa de Ahumada, al cabo mueres!
¡Teresa de Jesús, tú eres eterna.



Jose Maria Gabriel y Galán