miércoles, 24 de diciembre de 2008

Navidad (poema de Santa Teresa)


Pues el amor
nos ha dado Dios,

ya no hay que temer,

muramos los dos.


Danos el Padrea

su único Hijo:
hoy viene al mundo
en pobre cortijo.


¡Oh gran regocijo,

que ya el hombre es Dios!

no hay que temer,

muramos los dos.


Mira, Llorente
qué fuerte amorío,
viene el inocente

a padecer frío;
deja un señorío
en fin, como Dios,
ya no hay que temer,

muramos los dos.

Pues ¿cómo, Pascual,
hizo esa franqueza,
que toma un sayal
dejando riqueza?


Mas quiere pobreza,
sigámosle nos;
pues ya viene hombre,
muramos los dos.


Pues ¿qué le darán

por esta grandeza?

Grandes azotes
con mucha crudeza.


Oh, qué gran tristeza

será para nos:
si esto es verdad
muramos los dos.


Pues ¿cómo se atreven

siendo Omnipotente?
¿Ha de ser muerto
de una mala gente?


Pues si eso es, Llorente,
hurtémosle nos.
¿No ves que El lo quiere?

muramos los dos.

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