viernes, 16 de enero de 2009

Las dos Teresas...


Hablan de Dios con novedad.
Contagian su apasionado amor a Jesús.
Son una canción del Espíritu para todos los buscadores.
Anuncian el Evangelio en cada página de sus escritos.
Reflejan un gran cariño a la Iglesia.
Cantan los caminos de la verdad, la libertad y la alegría.
Son una bocanada de aire misionero.
Narran de forma viva el amor cristiano.
Son las dos Teresas, la de Lisieux y la de Ávila.
Tienen palabra viva para nosotros.
No saben orar sin que la oración sea misionera.
Las dos nos animan a formar comunidades
donde oración misión se den la mano.
Las dos nos piden que abramos espacios eclesiales
para la misión y la oración.
Las dos nos lanzan un reto:
A ver si somos capaces de ser orantes y misioneros.

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