Cuando Teresa de Avila (1515-1562) vino al mundo, España vivía su "siglo de oro". Fresca en la memoria estaba la conquista de las Indias y la expulsión de los moros de la península. El poder de la Inquisición aún se dejaba sentir con fuerza, por lo que no extraña que el padre de la futura reformadora del Carmelo ocultara sus orígenes judíos. De él, ella heredó el interés por la lectura y el gusto por el refinamiento; de su madre, de origen español, la belleza. Con un tono ameno, esta bien documentada biografía se adentra en la vida de una monja que se entregó con pasión al amor de Dios.
Elisabeth Reynaud, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 2000, 311 págs.
(Librería World Book Centre, Alto Las Condes, local 2030, $ 10.801)
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