lunes, 23 de marzo de 2009

Por amor a Cristo...


Teresa amaba mucho a sus padres -don Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz Dávila y Ahumada- y formaba, junto con sus hermanos, un batallón de doce hijos. Entre ellos, Rodrigo, el más cercano en edad, era su compañero de juegos infantiles. Impresionados por las vidas de los santos, ambos trataron de escapar de la casa (tenía Teresa 7 años), para ir a tierras de moros, a que los “descabezasen por Cristo”. Pero fueron interceptados por un tío que los envió de vuelta al hogar.
Un amor prohibidoA los 14 años, Teresa pierde a su madre y se encomienda a la Virgen. Hasta aquí su vida transcurría normalmente, como era propio de una chica con formación religiosa. Pero era tan normal, que las tentaciones y los simples placeres del mundo la ilusionaron. Se enamoró de un primo suyo, al parecer Pedro Alvarez Cimbrón, pero su padre, don Alonso, se opuso a sus relaciones. Por eso, al casarse su hermana María, Teresa es enclaustrada a su pesar en el monasterio de las agustinas de Nuestra Señora de Gracia. Tiene apenas 16 años. En ese entonces era “enemiguísima de ser monja” y continuó teniendo correspondencia con el primo.


autor: Jorge de las Casas

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