martes, 6 de diciembre de 2011

"¿Qué hacéis Vos, Señor mío, que no sea para mayor bien del alma que entendéis que es ya vuestra, y que se pone en vuestro poder para seguiros por donde fuereis hasta muerte de cruz, y que está determinada [a] ayudárosla a llevar y a no dejaros solo con ella? Quien viereen sí esta determinación, no, no hay que temer; gente espiritual, no hay por qué se afligir; puesto ya en tan alto grado como es querer tratar a solas con Dios, y dejar los pasatiempos del mundo, lo más está hecho. Alabad por ello a Su Majestad y fiad de su bondad, que nunca faltó a sus amigos.Atapados los ojos de pensar por qué da [a] aquél de tan pocos días devoción, y a mí no en tantos años, creamos es todo para más bien nuestro; guíe Su Majestad por donde quisiere; ya no somos nuestros, sino suyos; harta merced nos hace en querer que queramos cavar en su huerto, y estarnos cabe38 el Señor de él, que cierto está con nosotros."

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