jueves, 27 de mayo de 2010

Teresa y San Agustín


"Yo soy muy aficionada a San Agustín porque el Monasterio a donde estuve seglar, era de su Orden y también por haber sido pecador". "Comencé a leer las Confesiones y encomendarme mucho a este glorioso Santo. Me ha aprovechado mucho lo que dice San Agustín: Dame, Señor, lo que mandas y manda lo que quisieres". "Dice el glorioso S. Agustín que por ninguna parte que buscaba a Dios lo hallaba, como dentro de sí". "Santa. Mónica ganó a San Agustín con su oración".

(Obras de Sta. Teresa)

miércoles, 19 de mayo de 2010

Había escrito Teresa esos versos tan bellos y tan repetidos: Vivo sin vivir en mí - y tan alta vida espero - que muero porque no muero.
A los sesenta y siete años de edad le llega la hora tan deseada. Y, con su gracejo de siempre, se dirige ahora al Señor, en oración simpática: ¡Oh Señor mío y Esposo mío, ya era hora! Tiempo es ya que nos veamos... Y manifiesta su mayor gozo: ¡Al fin, muero hija de la Iglesia!...

Teresa estaba orgullosa de la Iglesia. Pero la Iglesia Católica, orgullosa de Teresa, no deja de dar gracias a Dios por esta hija tan preclara, a la que tiene declarada Doctora de la
Iglesia.

miércoles, 5 de mayo de 2010

La oración: camino de purificación


Santa Teresa nos dice que "Dios no se da a Sí del todo, hasta que no nos damos del todo". Así que si queremos que el Señor se apodere de nosotros con la Oración de Quietud y de Unión, debemos darnos por entero a El.

Y en esta donación total, nuestro peor enemigo es nuestro "yo". Dice la Santa que "no hay peor ladrón" que "nosotros mismos". Se refiere a las tendencias egoístas que tenemos que combatir, pues impiden nuestra libertad espiritual. El amar la voluntad propia antes que la de Dios nos carga de "tierra y plomo".

No siempre se tratará del deseo de cosas ilícitas; puede tratarse de cosas buenas, pero que están conforme a nuestra voluntad, a nuestro criterio. Hay que mirar por encima de nuestros conceptos humanos, por buenos que puedan parecer, y atender a la Voluntad de Dios antes que a la nuestra, porque dice el Señor: "Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son Mis Caminos. Como el cielo es más alto que la tierra, Mis Caminos son más altos que los vuestros; Mis Planes que vuestros planes" (Is. 55, 8-9).


fuente: homilía.org/oracióncristiana