jueves, 28 de enero de 2010

Oración a Dios dadivoso, en espera de dar más y más...


Oh grandeza de Dios,
y cómo mostráis vuestro poder
en dar osadía a una hormiga.
Y cómo, Señor mío, no queda por Vos
el no hacer grandes obras los que os aman,
sino por nuestra cobardía y pusilanimidad.
Como nunca nos determinamos
sino llenos de mil temores
y prudencias humanas,
así, Dios mío, no obráis Vos
vuestras maravillas y grandezas.
¿Quién más amigo de dar, si tuviese a quién,
ni de recibir servicios a su costa?
Plega a Vuestra Majestad
que os haya yo hecho alguno
y no tenga más cuenta que dar
de lo mucho que he recibido. Amén.

(Fundaciones 2, 7)

domingo, 17 de enero de 2010

El nombre Teresa...


En el Diccionario Etimológico (de nombres propio de Gutierre Tibón, FCE), se lee: Teresa, Latín, Therasia, Terapia, Teresia, y que viene del griego cosechadora o segadora, y también de cazar, entonces, que Teresa sea conocida también como la cosechadora, cultivadora de las virtudes y cazadora de almas, es algo muy particular de ella reflejada en su nombre.

En efecto, ella es una buena cazadora, pues nos atrapa, nos cautiva.

Es sin lugar a dudas, una de las grandes mujeres santas, su vida y su literatura, Exclamaciones del Alma, Camino de Perfección, Cartas, Libro de la Vida, Los Conceptos del Amor de Dios, Escritos Menores, Las Fundaciones, Las Relaciones, entre otros, su poemas, su dicho, su forma de orar, la hace estar entre las mujeres más grandes y admirables de la historia, y ser una de las tres doctoras de la Iglesia como otra gran Santa, Teresita del Niño Jesús y Santa Catalina de Siena.


fuente:Caminando con Jesús

lunes, 11 de enero de 2010

Quijote a lo divino...



Teresa de Jesús, como el Quijote, emprende una aventura en dos sentidos: uno hacia su interioridad y otro hacia lo que la rodea.
Como el Quijote en sus aventuras, Teresa tiene clara la meta a donde pretende llegar: encontrarse con el AMOR en el más profundo centro de su alma. Para llegar
allá, lucha denodadamente contra alimañas, fieras y bichos que le quieren impedir traspasar la puerta de entrada y proseguir el camino; pero Ella con su
determinada determinación y con su entrega total a este ideal, logra coronar la meta y encontrarse con su Dios Amado para desposarse y unirse en matrimonio
espiritual con Él.


Su profunda e íntima experiencia de Dios la lanza a una nueva aventura: la empresa
de fundar “palomarcitos de nuestra Señora” por los caminos de España para
reformar el Carmelo. Y aquí, como hizo el Quijote, una mujer del siglo XVI con todo
en su contra, peleando batallas reales (no imaginarias como las del Quijote), va
sembrando poco a poco las ciudades españolas de monasterios contemplativos
y descalzos.


Teresa y el Quijote tienen como característica la libertad de espíritu: ellos
fueron aguerridos en sus luchas y batallas; en la defensa de sus ideales no
permitieron que nada ni nadie los desviara de su propósito; sin embargo, santa
Teresa siempre fue dócil a su Dios y a la Iglesia consultando y obedeciendo a sus
confesores. Teresa, como el Quijote con Sancho Panza que fue su compañero y amigo,

tuvo siempre en sus andaduras, compañeros y amigos que la apoyaron y

compartieron con ella su aventura espiritual. Pero siempre tuvo claro que su Amigo, el que estaba con ella enseñándola, guiándola y llenándola de Amor era el Dios que tenía en su interior.


Ma. Patricia Fernández E.
Casa Teresiana de Oración, ocd

viernes, 8 de enero de 2010

Lectura espiritual



En el camino a la casa de su hermana, paso nuevamente donde su tío Pedro, quien le regalo un libro titulado Tercer Abecedario, que trataba de enseñar oración de recogimiento espiritual, (escrito por Francisco Osuna), con el aprendió la oración mental y la contemplación, y lo tuvo por libro maestro, y guiada por aquella buena lectura, experimento un cambio espiritual. “Procuraba lo más que podía traer a Jesucristo, nuestro bien y Señor, dentro de mí presente, y ésta era mi manera de oración”, escribiría Teresa.