jueves, 2 de julio de 2009

Valoración sobre El Éxtasis de Santa Teresa


"La expresión de la Santa en pleno arrebato místico, constituye una de las más grandes realizaciones de todo el arte barroco".


Algunos críticos modernos han apuntado a que las experiencias religiosas que derivan en una especie de síncope apuntan más a fenómenos orgásmicos velados que a encuentros espirituales; en particular, la postura del cuerpo y la expresión facial de santa Teresa ha hecho que algunos atribuyan su experiencia a un momento climático.


En lugar de ello, parece que Bernini intentaba expresar el equivalente físico y la expresión facial de un estado de alegría divina, y el resultado sin un coma transfigurado, el llamado Sueño de Dios, común entre los místicos. No habría sido inusual para devotos practicantes de misa diaria, como Bernini, pasar varias horas en oración todos los días. Los místicos como Teresa rezarían durante días, a menudo sin comer, para alcanzar tales visiones.


Esta capilla escenográfica unifica los temas de toda una vida tratados por Bernini. Fiel al sentimiento barroco, ilustra un momento en el que la divinidad entra en un cuerpo mortal. Irving Lavin dijo la transverberación se convierte en un punto de contacto entre la tierra y el cielo, entre la materia y el espíritu. Pero la dicotomía irónica contenida dentro del concepto en esta obra de arte va más allá al unir alegría y dolor en la expresión de Teresa y en la conjunción de los rayos dorados con la piedra ondulada.


La unidad de arquitectura, teatro, y escultura que se encuentra en este complejo es también un rasgo barroco, con el Espíritu Santo como un baño de luz o guiado por los rayos dorados que enmarcan la estatua y provienen de las ventanas en la parte superior de la capilla, lo que permite al cielo entrar en la iglesia.


Los efectos son teatrales, incluyendo el discurso que la santa sugiere flanqueada por el linaje de los Cornaro. Los detalles de querubines alrededor de la santa pueden repeler a un minimalista secular, pero abundan en la idea de que estamos viendo un momento del tiempo en el que Dios ha entrado en el alma de una mujer, si no atravesado literalmente su cuerpo.


Para añadirle dinamismo, Bernini ha trabajado la piedra en olas de tela, evocando el terremoto espiritual que rodea a Teresa, y profanando la inmeculada concepción pétrea del mármol virginal. Un viento divino agita la ropa del ángel. Éste sonríe casi travieso. La nube sin pulir parece casi superflua; la ropa de Teresa parece que la basta en su levitación. "Un efecto luminoso hace que las imágenes parezcan suspendidas en el aire".

fuente: wikipedia.com

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