domingo, 27 de diciembre de 2009

Teresa de Jesús: un modo femenino de acompañar...


-->Teresa tiene que enfrentarse con una experiencia nueva que desborda los límites de su conocimiento. No sabe ni contarla, no tiene referentes para poderla nombrar y reconocer. No cuenta con recursos para diferenciar sus engaños de la verdad de lo que se le está dando a conocer… Ella lo describe así:

"Acaecióme a mí una ignorancia al principio, que no sabía que estaba Dios en todas las cosas, y como me parecía estar tan presente, parecíame imposible. Dejar de creer que estaba allí no podía, por parecerme casi claro había entendido estar allí su misma presencia. Los que no tenían letras me decían que estaba sólo por gracia. Yo no lo podía creer; porque - como digo - parecíame estar presente, y así andaba con pena (V 18, 15)

Tenía yo algunas veces - como he dicho -, aunque con mucha brevedad pasaba, comienzo de lo que ahora diré. Acaecíame en esta representación que hacía de ponerme cabe Cristo - que he dicho - y aun algunas veces leyendo, venirme a deshora un sentimiento de la presencia de Dios que en ninguna manera podía dudar que estaba dentro de mí, o yo toda engolfada en Él. Esto no era manera de visión; creo lo llaman mística teología. Suspende el alma de suerte, que toda parecía estar fuera de sí; ama la voluntad; la memoria me parece está casi perdida; el entendimiento no discurre - a mi parecer - mas no se pierde; mas - como digo - no obra, sino está como espantado de lo mucho que entiende; porque quiere Dios entienda que de aquello que Su Majestad le representa, ninguna cosa entiende." (V 10, 1)


fuente: Teresa de Jesús, un modo femenino de acompañar

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