Teresa, mujer de carne y hueso...
Teresa, al caminar hizo camino. Y es que no son las ideas que pensamos las que nos construyen, sino nuestras experiencias. Sus sandalias nos enseñan cuáles fueron sus objetivos más humanos, cuáles sus intereses, cuáles sus metas... Aquella frase de: "Fémina inquieta y andariega- con que la bautizó el Nuncio Sega, pensando que la molestaba se ha convertido en su mejor fotografía interior. Y para que nos conste sus últimas palabras son: "Es tiempo de caminar... " ¿Qué tenía Teresa que cautivaba a quienes la conocían? ¿Por qué nos resulta tan atractiva su santidad? En ella "ni la mujer estorba a la santa, ni la santa a la fundadora, ni la fundadora a la doctora, ni la doctora a la madre. Es así porque todo lo que es Teresa, lo es en una pieza."
La humanidad de Teresa es el resultado de una actitud ante la vida. Teresa se enamoró perdidamente de Jesús humano, que fue definido sólo como "un hombre que pasó por el mundo haciendo el bien". Sin aspavientos, sin propaganda, sin micrófono.
Son máximas de Santa Teresa enmarcadas en un amor realista:
"En las ocasiones y no en los rincones se ha de mostrar a Dios" "No ha de ser fabricado en la imaginación sino probado con obras" "Todo lo que os despertare a amar eso haced"
Oh Rey de gloria y Señor de todos los reyes! ¡Cómo no es vuestro reino armado de palillos, pues no tiene fin! ¡Cómo no son menester terceros para Vos! Con mirar vuestra persona, se ve luego que es sólo el que merecéis que os llamen Señor, según la majestad mostráis. No es menester gente de acompañamiento ni de guarda para que conozcan que sois Rey. Porque acá un rey solo mal se conocerá por sí. Aunque él más quiera ser conocido por rey, no le creer00án1, que no tiene más que los otros; es menester que se vea por qué lo creer, y así es razón tenga estas autoridades postizas, porque si no las tuviese no le tendrían en nada. Porque no sale de sí el parecer poderoso. De otros le ha de venir la autoridad.
¡Oh Señor mío, oh Rey mío, quién supiera ahora representar la majestad que tenéis! Es imposible dejar de ver que sois gran Emperador en Vos mismo, que espanta mirar esta majestad; mas más espanta, Señor mío, mirar con ella vuestra humildad y el amor que mostráis a una como yo. En todo se puede tratar y hablar con Vos como quisiéramos, perdido el primer espanto y temor de ver vuestra majestad, con quedar mayor para no ofenderos; mas no por miedo del castigo, Señor mío, porque éste no se tiene en nada en comparación de no perderos a Vos."
Al humanismo teresiano se oponen: Lo artificial, Las poses , Las copias, Las imitaciones …
fuente: Equipo de pastoral Provincia Santa Teresa - España
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