lunes, 27 de febrero de 2012

El camino de las investigaciones psicológicas de santa Teresa de Jesús se apartan del método cartesiano, el de la duda metódica para alcanzar verdades claras y evidentes. El camino intelectual que inicia santa Teresa consiste en aceptar a la subjetividad humana, dándole un lugar de existencia dentro de la persona, y le llama alma.

A diferencia de Descartes, santa Teresa parte de verdades existentes como presupuestos de la realidad, que ya están dentro del alma, como es el caso de Dios. El conocimiento verdadero no es la investigación matemática ni su concordancia con los objetos naturales en cuanto que pueden ser representados como medida, en puntos que constituyen figuras geométricas, como las coordenadas cartesianas.

Para la Santa de Ávila la verdad preexiste ya en el alma que la contiene pero hay que arreglar el mundo material, citadino, a un órden regido por la vida espiritual, meditando las palabras del Evangelio, escuchando a los predicadores y reflexionando en la soledad del castillo interior, que es el alma.

El apunte filosófico de Teresa de Jesús consiste en plantear el diálogo del pensamiento consigo mismo, la consciencia de sí. Este planteamiento central de la Santa le permitirá resurgir dentro del pensamiento actual, gracias, también, a las investigaciones fenomenológicas de la filósofa Edith Stein, discipula de Edmund Husserl.

martes, 31 de enero de 2012

Grados de Oración en santa Teresa



Para santa Teresa de Jesús la oración es el camino más seguro para llegar a Dios. Ella distingue varios grados de esta oración que nos acerca a Dios:

1. Oración vocal: Es el primer grado. No le gustaba las oraciones vocales largas o complicadas. Su oración predilecta era el Padrenuestro, el avemaría, el credo —sobre todo la frase “su reino no tendrá fin”—. En la misa, las palabras “Tú sólo eres Santo”. Rezaba todos los días el rosario.


2. Meditación: Es el segundo grado de oración en Santa Teresa de Jesús. No debe confundirse con la oración mental.

3. Oración afectiva: No está la cosa en pensar mucho sino en amar mucho…


4. Recogimiento adquirido: Consiste en encerrarse dentro de sí mismo para encontrar allí a Dios y conversar amorosamente con Él en forma cada vez más simplificada.


5. Recogimiento infuso: Dan ganas de cerrar los ojos y no oir, ni ver ni entender sino aquello en que el alma entonces se ocupa, que es poder tratar con Dios a solas.

6. Oración de quietud: Una paz interior inmensa.


7. Oración de unión: Hay una ausencia total de distracciones. Certeza de haber estado el alma unida a Dios. Ausencia de cansancio.


8. Unión extática: Raptos y éxtasis.


9. Unión transformativa: Matrimonio espiritual. Alma deificada.

Santa Teresa deja bien claro que sin esfuerzo personal no hay encuentro con Dios.
Santa Teresa cuenta lo que experimenta, describe lo que pasa en su alma. No intenta explicar por la filosofía en qué consiste la unión con Dios. Tampoco recurre nunca a la metafísica ni a nada parecido. Siempre recurre a la experiencia de sí misma, a su psicología y desde ahí trata de comunicar a los demás esa experiencia gozosa del encuentro con Dios.

miércoles, 4 de enero de 2012

“Inútil pensar para comprender el espíritu de aquella mujer ideal. Ella logró ser Dios mismo en esas andanzas dolorosas de la vida, bien que sufrió su gran pasión muerte por la carne, pero al fin desató a su sangre y a su corazón de su alma”

(Federico García Lorca)




martes, 20 de diciembre de 2011

PARA NAVIDAD



Pues el amor
nos ha dado Dios,
ya no hay que temer,
muramos los dos.

Danos el Padre
a su único Hijo:
hoy viene al mundo
en pobre cortijo.

¡Oh gran regocijo,
que ya el hombre es Dios!
no hay que temer,
murimos los dos.

Mira, Llorente
qué fuerte amorío,
viene el inocente
a padecer frío;
deja un señorío
en fin, como Dios,
ya no hay que temer,
muramos los dos.

Pues ¿cómo, Pascual,
hizo esa franqueza,
que toma un sayal
dejando riqueza?

Mas quiere pobreza,
sigámosle nos;
pues ya viene hombre,
muramos los dos.

Pues ¿qué le darán
por esta grandeza?
Grandes azotes
con mucha crudeza.

Oh, qué gran tristeza
será para nos:
si esto es verdad
muramos los dos.

Pues ¿cómo se atreven
siendo Omnipotente?
¿Ha de ser muerto
de una mala gente?

Pues si eso es, Llorente,
hurtémosle nos.
¿No ves que El lo quiere?
muramos los dos.

-Santa Teresa de Jesús-





martes, 6 de diciembre de 2011

"¿Qué hacéis Vos, Señor mío, que no sea para mayor bien del alma que entendéis que es ya vuestra, y que se pone en vuestro poder para seguiros por donde fuereis hasta muerte de cruz, y que está determinada [a] ayudárosla a llevar y a no dejaros solo con ella? Quien viereen sí esta determinación, no, no hay que temer; gente espiritual, no hay por qué se afligir; puesto ya en tan alto grado como es querer tratar a solas con Dios, y dejar los pasatiempos del mundo, lo más está hecho. Alabad por ello a Su Majestad y fiad de su bondad, que nunca faltó a sus amigos.Atapados los ojos de pensar por qué da [a] aquél de tan pocos días devoción, y a mí no en tantos años, creamos es todo para más bien nuestro; guíe Su Majestad por donde quisiere; ya no somos nuestros, sino suyos; harta merced nos hace en querer que queramos cavar en su huerto, y estarnos cabe38 el Señor de él, que cierto está con nosotros."

sábado, 26 de noviembre de 2011

TERESA DE JESUS, ESA MUJER


Esta obra, histórica y rigurosa, nos acerca a Teresa de Jesús, una figura que rompió los moldes de su época para convertirse en arquetipo de mujer, de mística, de literata, de poeta. Teresa de Jesús es esa mujer que escribe como habla. Pionera en tantas cosas, lo ha sido también al ser declarada primera Doctora de la Iglesia, seguida de Catalina de Siena y de Teresa de Lisieux. Cuando en 1926, san Juan de la Cruz fue proclamado Doctor, vino a la mente de todos la fundadora del Carmelo descalzo. Pero, al parecer, aún no estaba en sazón que una mujer entrase en ese círculo restringido de selectos Doctores. Hubo de venir el concilio Vaticano II para que aires renovadores llegasen a la Iglesia. Pablo VI la proclam Doctora el 27 de septiembre de 1970.

Carlos Ros

viernes, 18 de noviembre de 2011


...¡Oh muerte benigna,
socorre mis penas!
Tus golpes son dulces,
que el alma libertan.
¡Qué dicha, oh mi Amado,
estar junto a Ti!
Ansiosa de verte,
deseo morir...

(Ayes del destierro)